24.11.08

d'altres: haruki murakami: crónica del pájaro que da cuerda al mundo

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Era una estepa desierta, sin nada a la vista. Mi trabajo requería ir cotejando desde el camión las irregularidades del terreno con el mapa que llevaba. Pero no había nada que cotejar, nada que pudiera llamarse accidente topográfico. Sólo una sucesión de lomas bajas cubiertas de espesos hierbajos hirsutos, un horizonte inabarcable y algunas nubes flotando en el cielo. Ni siquiera sabía con exactitud en qué punto del mapa nos encontrabamos. Tenía que deducirlo, de una manera aproximada, contando el tiempo que llevábamos en ruta.
A veces, cuando avanzas en silencio por paisajes tan desolados, pierdes la cohesión como ser humano, y te sobreviene la alucinación de que te vas disgregando progresivamente. El espacio que te rodea es tan vasto que es difícil mantener el sentido de la proporción con respecto a la propia existencia...